Por mucho que intentemos alargar la vida de nuestro PC, el mercado obliga al consumidor final a ir sustituyéndolo cada cierto tiempo. Un ejemplo lo tenemos en el mayor fabricante de software: Microsoft. Sus sistemas operativos, que obligan a casi todo el mercado a adaptarse a las nuevas situaciones, son renovados cada 4 o 5 años a lo sumo. Al ser más potentes, más recursos de nuestro ordenador son ocupados por el sistema operativo. Pero no solo tenemos el sistema operativo, sino que los programas de retoque fotográfico (como el Photoshop), paquetes ofimáticos (Office), y sobre todo los juegos, requieren más y más recursos.
Con esto podríamos decir: “no necesito más que lo que tengo”. Esto, si tenemos las cosas muy claras, se podría intentar seguir. Digo “podría” porque es casi una misión imposible. Primero tenemos el tema de los sistemas operativos previamente mencionados. Según sale uno nuevo, los principales programas se adaptan a dicho sistema, con lo que al cabo de un tiempo si no lo instalas tienes el problema de que el último programa que necesitas usar no es compatible con tu sistema.
Por otro lado, no solo los principales fabricantes de software renuevan sus programas, sino que los minoritarios también lo hacen, y con ello es posible que te quedases, por ejemplo, en la versión 3.0 de hace 2 años, cuando ahora el programa que necesitas va por la versión 6 o 7, y hace diez cosas más, y ya no es compatible con tu sistema o tu ordenador carece de la potencia necesaria.
A este “problema” se le añade el tema del software, digamos “no comprado” (por no llamarle pirata). Es decir todo aquel que el vecino, el compañero de trabajo o un amigo, te deja o te copia, y por supuesto todo aquel que circula por red en las redes de intercambio (emule, torrent, etc..) . Esto provoca que sea casi imposible no tener las últimas versiones instaladas en nuestro ordenador, con lo que volvemos al principio. Necesita más máquina para funcionar correctamente.
Y como no, por último tenemos los juegos. Este mercado, pese a existir un aún más pujante como es el de las consolas, siempre está en crecimiento. Las compañías de software de entretenimiento cada vez realizan juegos de mayor calidad y realismo, que pese a exprimir al máximo la capacidad de nuestra máquina, son realizados muchas veces para ordenadores aún más avanzados que los que podemos comprarnos en las tiendas el día que salen a la venta, dichos juegos.
En fin, como se dice “es la pescadilla que se muerde la cola”, contra más máquina, mejor software instalamos, este va evolucionando hasta que la máquina que tengas se queda obsoleta al cabo de unos años. Por supuesto todo esto es a un nivel usuario domestico, a un nivel profesional todo va mucho más deprisa, necesitando máquinas cada vez más potentes en un menor tiempo.
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