Siguiendo con la entrada anterior, (Comprar un nuevo ordenador, ¿de verdad hay que hacerlo?) vamos a ver que ordenador nos deberíamos comprar, una vez tenemos claro que lo vamos ha hacer. Por de pronto, ¿lo vamos a cambiar porque lo necesitamos o porque queremos uno mejor? Si tu caso es que quieres uno mejor, entonces no hay ningún problema, pero… si es porque lo necesitas, te tienes que parar a pensarlo primero.
El primer paso es saber si realmente es necesario. Para ello párate a preguntarte: ¿para que lo necesitas? Si lo usas para trabajar, piensa que programas sueles utilizar, recuerda que los de diseño gráfico, edición de video y fotografía, son los que más potencia necesitan. Una buena práctica es comprobar los requerimientos que necesitan en las páginas web de los productos, para así saber lo mínimo que necesitamos. Por supuesto trataríamos que hacernos con un ordenador superior a esto para no ir muy justos, y que se nos quede obsoleto muy pronto.
Si lo usas solo para navegar, ver el correo y llevar una pequeña contabilidad de tu casa, un ordenador de bajo coste te sirve de sobra, ya que los programas que necesitarás se incluyen con el sistema operativo. A lo sumo solo tendrías que añadir un paquete ofimático (Microsoft Office, OpenOffice, etc..) para cubrir tus necesidades.
Ahora bien, si lo quieres para jugar, entonces nunca será lo suficientemente potente, con lo que aquí entraría el tema de cuánto quieres, o estas dispuesto, a gastarte. En este caso si solo lo vamos a utilizar para los juegos, quizás sería mejor pensarse el comprarse una consola en vez de un ordenador. Ya que para estar a la última y poder jugar al último juego del mercado lo tendrías que ir actualizando regularmente (cada año y medio más o menos). Sin embargo con una consola siempre funcionará cualquier juego que haya en el mercado para era consola.
Por último, está el eterno tema de "sobremesa o portátil". Personalmente, pienso que si no vas ha actualizarlo, yo tiraría por el portátil, ya que el pequeño espacio que ocupa y la movilidad que proporciona son de agradecer. Sin embargo, si tenemos críos en casa, es mejor tener un sobremesa, ya que al ser más robusto y pesado no lo tratarán como un juguete que se puede llevar a cualquier lado, así evitaremos la tentación de estos de llevárselo al sofá, a la cama o a casa de algún compañero de colegio para hacer los deberes.
Si os ha parecido interesante, espero vuestros comentarios.
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